Sesión 3 de tratamiento
Instrucciones
Ahora, vamos a identificar los efectos del cristal en tu cuerpo, los riesgos que
genera su consumo, así como, los factores que pueden provocar el inicio del
consumo. Es importante reconocer que estas experiencias y efectos pueden
variar entre mujeres y hombres debido a diferentes contextos sociales, biológicos y psicológicos. Lee con atención la siguiente información.
¿Sabes qué es el cristal?
El cristal es una metanfetamina, una sustancia que se asemeja a trozos de vidrio brillante de color blanco azulado. Se elabora con diversos químicos como
ácidos para batería, limpiadores de desagües, combustibles para linternas, anticongelantes, acetona, ácido muriático y fertilizantes. Aunque el cristal tiene
los mismos componentes que la anfetamina, que es un medicamento usado para tratar el trastorno por déficit de atención (dificultad para estar concentrado o prestar atención) e hiperactividad (sensación de inquietud excesiva), y
la narcolepsia, que es un trastorno de sueño (donde la persona no puede dormir en las noches, pero suele tener mucho sueño durante el día), sus efectos
en el cerebro son más intensos y duraderos, causando daño al sistema nervioso central.
Datos curiosos sobre el cristal:
- Consumir cristal puede causarte una sensación de mucha felicidad y energía,
contribuye a que veas y sientas que todo en tu vida está bien, y que además,
necesitas comer y dormir menos. Sin embargo, después se produce un bajón
físico y mental que puede hacerte sentir mucho cansancio y miedo.
- La sustancia que genera el placer es la dopamina, y su cantidad aumenta en
el cerebro cuando consumes cristal; por eso se siente tan bien consumirla,
en un inicio.
- En altas dosis el cristal provoca intoxicación, incremento de la temperatura corporal, convulsiones, náuseas, vómito, hemorragia cerebral y muerte.
- El cristal también puede alterar la manera en que interpretas las cosas y tomas
decisiones, generando conductas que pueden ponerte en riesgo. Por ejemplo,
la actividad sexual sin protección puede generar infecciones de transmisión
sexual o embarazos no planificados. También puede llevar a conductas violentas con otras personas o hacer que realices acciones que pongan en peligro tu vida y la de otros.
- El consumo de cristal puede tener efectos físicos como adelgazamiento, caries dentales graves, pérdida de dientes, dolor en huesos y articulaciones, y
llagas en la piel debido a la sensación de picazón que se siente en el cuerpo.
- El consumo de cristal a largo plazo puede dificultar el movimiento de tu cuerpo y causar problemas para recordar o entender cosas. También aumenta el
riesgo de contraer la enfermedad de Parkinson (problemas con el movimiento
corporal, generalmente temblores involuntarios), una embolia cerebral (pérdida de las funciones del cerebro) o la muerte. Además, los eventos psicóticos
pueden durar meses o años después de dejar el consumo.
- Durante el embarazo, el consumo de cristal se ha relacionado con embarazos
prematuros, separación de la placenta y del útero, bajo peso al nacer y problemas del corazón y cerebro.
Efectos a corto y largo plazo
Ahora vamos a revisar los efectos a corto y largo plazo del consumo de cristal.
Esto lo puedes revisar en la siguiente tabla:
Corto plazo |
Largo plazo |
- Aumenta la cantidad de dopamina
en el cerebro, una sustancia química natural que aumenta la motivación. Esto puede generar que las
personas se sientan alegres.
- Aumenta la energía.
- Disminuye el apetito.
- Euforia.
- Aumento en la atención
|
- Menor coordinación.
- Problemas emocionales y cognitivos.
- Problemas del lenguaje.
- Riesgo de contraer enfermedades como
Parkinson y enfermedades relacionadas con
problemas cardiacos.
- Cambios en la apariencia, debido a la disminución de peso.
- Problemas psiquiátricos como psicosis y
alucinaciones.
- Intoxicación.
- Muerte.
|
Una vez que ya has revisado algunas generalidades sobre el cristal, vamos a
identificar lo que tú conoces sobre él. Para esto, debes responder a las siguientes preguntas: